24/7/13

Challenge ROTH. CRÓNICA

El día que fui Finisher:

La verdad es que podría escribir este texto un millón de veces y cada una de ellas sería diferente de la otra, pero he pensado en publicar esta, la que realmente intenta expresar mis sentimientos.

Cuando decidí crear este blog fue claramente con el propósito de trasladar mi transición desde las artes marciales hasta el mundo del triatlón de larga distancia y fundamentalmente convertirme en Ironman Finisher.

Bien, hoy es el día en el que he llegado a la meta de un Ironman, del DATEV Challenge Roth 2013. La prueba mas famosa de Europa. 3.800 metros de natación 180 kilómetros de ciclismo y 42,195 kilómetros de carrera a pie en los que la jamás olvidarás que Roth es la catedral del triatlón.

Como todos estos eventos, la carrera empieza siempre unos días antes de la salida. Para mí y gracias a una logística bien organizada comenzó el viernes 12 de julio. Ese mismo día tome un avión en Heathrow que colocaba en Múnich, ahí cogí un coche de alquiler y acercó alrededor de las 12p.m. a Núremberg lugar donde establecí mi residencia durante el fin de semana.

Los primeros nervios surgen varios días antes, yo era sabedor de que no tenia mucho de lo que preocuparme y tanto mi entrenador como mi circulo social en Windsor así me lo recordaban, pero es inevitable que llegue el momento de en el que todas las cosas se aceleren y las cosas incontrolables te amenacen.

Yo, si un consejo tengo que dar a alguien que vaya a enfrentarse a algo así es que intente medir y controlar todo lo posible de controlar, pues cuantas más cosas estén bajo nuestro control más libertad tendremos a la hora de enfrentarnos a las aventuras que deparan estos pequeños negocios.

Bueno para mi lo primero de todo es que el viernes se complico, un avión de Ethiopian Airlines provoco un retraso en todo Heathrow y a mi me toco dormir poco el viernes. Llegue con el mismo miedo de una madre con el hijo en Vietnam. Había metido mi adorable Cervélo P3 en una maleta no rígida y os podéis suponer como desembale el paquete en cuanto pude.

Una vez en Núremberg el plan era claro, contactar con Gorka, intentar nadar el sábado a la mañana, recoger la documentación, preparar las bolsas y colocar la bici en la T1. A partir de ahí intentar distraerme todo lo posible, disfrutar de Roth, su gente, el ambiente y descansar e hidratarse adecuadamente.

Los planes salieron según lo previsto y el sábado pude probar el agua del canal. La temperatura muy agradable y el sol de justicia hacía prever que esta fuera la primera carrera en toda mi vida en la que la lluvia la nieve o el frío no distorsionasen mi cometido, y así fue. Esto es tal y como recuerdo mi primer Ironman:

El domingo me levanto a las 4 a.m. y porque sonó la alarma puesto que dormí plácidamente. Desayuno mientras me voy preparando casi ritualmente, crema, mono, perneras y sales en los botellines. Aunque parezca mentira y casi sin darme cuenta pese al atasco y el viaje hasta Roth, me coloco a las 7:23 minutos detrás de la corchea de salida, mi salida es a las 7:25. Tengo un recuerdo de tener más euforia que nervios, estoy ansioso por empezar.

Al principio todo sale bien, mi estrategia es nadar fuerte los primeros 300 metros a 1'25'' - 1'30'' para salir del bolo de pies, lo he entrenado en el Bray Lake de cerca de mi casa y me siento cómodo haciéndolo, es como un arrastre que me lleva coger mi ritmo en el agua.

El circuito de natación consiste en 1500 metros en un sentido, giro de 180º y 1900m,  nuevamente180º y 400 metros para encarar la primera transición por la misma rampa de la salida.

En los primeros 1500m encuentro unos pies fabulosos, decir para la gente que no conoce el triatlón que el "chupar-rueda" en el agua es incluso mejor que en bici por lo que todos buscamos encontrar unos pies que nos guíen en nuestro camino y nos arrastren. Yo me coloco en un grupo de 4 claramente superior al resto de mi tanda y consigo avanzar cómodo tras ellos. Llegado el primer giro es donde empiezan los problemas, estoy convencido que por el bolo de gente se trata que hemos pillado justo en la boya al grupo que salía 5 minutos antes que nosotros y ahí es donde comienzan mis problemas.

Cuando nado en aguas abiertas, pese a sentirme cómodo en muchos casos, generalmente cuando nado en grupos acabo por marearme, es la misma sensación de un mareo en un barco y como poco pierdo mi ritmo y acabo con el estomago revuelto.

Bueno después de ese primer giro y faltando 2300m me siento muy mareado y mi ritmo decae teniendo incluso que frenar en seco en dos ocasiones por nauseas. ( La raíz de jengibre no funcionó).

Al final 1h13m para 3.800m. Pulse el "LAP" en la primera boya (1500m) el tiempo era de 24m48s.

T1. sin prisa pero sin pausa, es la mejor manera de hacer una transición limpia y rápida, más teniendo en cuenta lo que supone 1 minuto en un Ironman. Tengo la sensación de salir a la bici como alma que lleva el diablo, el mareo seguía ahí pero no era ni la primera ni la segunda vez que me pasaba y sabía que mejoraría, "show must go on" cantaba Queen en mi cabeza. Empiezo a hidratarme y comer según estaba en mis planes, para eso llevaba, una "gelera" con hidratos de carbono, una botella de agua, dos botellas de sales y barritas energéticas pegadas en el cuadro.

El ritmo muy bueno, controlo el ritmo para no pasarme de pulsaciones, creo que es el kilometro 28 a lo largo de terreno favorable donde el mareo del agua me hace tener nauseas de nuevo. Fue antes de llegar a un pueblo donde vomito por primer viaje. Tengo el recuerdo que de ser de un grupo de 4-5 en unos 50 metros que vamos alternado las posiciones. Un triatleta de Oxford es el que se interesa por mí. al verme bajar la velocidad.

No se si por amor propio o porqué, pero no recuerdo ni haber bajado de la bici que vuelvo a estar pedaleando fuerte, en el puerto volvería a ver a los mismos 5 participantes que si bien antes se mantenían fuera de drafting o chupar rueda (acción prohibida en triatlón de larga distancia) ahora parecen una grupeta subiendo el puerto. los dejo a unos 25 metros y al final del puerto ya estoy delante de ellos. Paso a Carol de Hiruki, la animo y me anima, recuerdo decirle "voy muy bien". Y la verdad vomitar me alivio, me dio esa adrenalina que necesitaba.

No me atrevo a tomar nada durante unos kilómetros, es contradictorio puesto que mi cabeza por un lado sabe que si no come voy a "petar" pero tenía la sabia sensación que incluso las sales que estoy tomando se me están quedando en la boca del estomago. Llego al Solarerberg. Me parece la curva 7 del Alpe d'Huez con la afición sin parar de gritar, es la entrada del puerto donde oigo a Janire gritarme y me pongo de pie para coger ese kilometro con inercia. Lo subo sin enterarme realmente.

Bajando me tomo un gel entero, lo asimilo y bebo agua. Pese a no comer ni la cuarta parte de lo previsto estoy haciendo mejor tiempo del que tenia en mis planes y si el agua me a dejado un poco a medias en la bici estoy a tope. Velocidad media bici 0K-37K 34,95km/h. Del 37K-70K 33,46km/h.

A partir de ahí deje de disfrutar, ese gel que parecía haber entrado perfectamente, el agua y un trozo de plátano que cogí en un avituallamiento salió por donde había entrado 5 minutos antes. Es ahí donde me hice Ironman, empecé la segunda vuelta con la sensación de quien se presenta ante un pelotón de fusilamiento. Sabía que si comía no me entraba, tenia una acidez de mil demonios y me quedaban muchas horas de trabajo por delante.

Encontré una fórmula cerca del kilometro 120-130, lo recuerdo perfectamente porque fue al el terminar de subir un puerto. Me dolían las piernas y estaba "apajarado", con la sensación de que me costaba mirar por delante de mis manos, pegaba fuerte el viento y sabía que me iba a retirar si todo seguía igual. Creo que no se si por resignación o por sed sujete un botellín con mis manos mientras iba acoplado y empecé a beber mini sorbitos de un botellín de Isotónico.

Los últimos Kilómetros de la bici hicieron que mi tiempo final se fuera hasta las 5:36 minutos. Creo que cuando pase de la segunda vuelta a la altura del desvió hacia Roth mi cuerpo recupero algo de lo que era y en ese momento decidí que si me tenia que retirar me tendrían que llevar a una ambulancia después.

La maratón. Os estaría mintiendo si cuando salí a correr pensaba en hacer una maratón, es mas no tenia ni la menor idea de lo iba a sufrir. En todo momento solo pensaba en "total te quedan 35 putos kilómetros" esto esta hecho, solo el doble de lo que llevas, me decía por el 20, llego un punto en el que me dije un par de horas corriendo es un puto paseo Sergio, ¡animo!

Así conseguí después de vomitar en el kilómetro 28 que mi mente solo pensara en no caminar. Ese fue el gran desafío de esta prueba. En ningún momento pretendo justificarme con este blog, en ningún momento tengo nada que demostrar a nadie, quizás al único que tengo demostrar siempre es a mi mismo y eso lo hice con creces sujetando todos mis impulsos por pararme durante ese maratón.

Tengo un vago recuerdo de muchos momentos de la carrera, recuerdo como Janire corrió conmigo unos cientos de metros en el kilometro 20. Recuerdo que le dije "maitia, esto esta hecho, te veo en un rato en la meta, voy a ser Finisher". La verdad es que llevaba la lección muy aprendida para ese momento, sabía que la única cosa que podía hacerme parar era “yo mismo” y el único que me iba a hacer continuar era “yo mismo” también, la clave era no perder la motivación.

Al final sufrí cada kilómetro, a día de hoy se que pocas cosas me salvaron, la sandía y la coca cola hicieron que terminara una carrera que tenía perdida. Termine muy hambriento y recuerdo correr por el bosque de Roth con los ojos entreabiertos porque tenia sueño. Se que son sensaciones que distan mucho de la salud y el raciocinio para todos aquellos que jamás os habéis calzado unas zapatillas, pero para mí esos kilómetros han sido muy importantes.

Al final como decía al comienzo de este post, la clave de un Ironman es tener el mayor numero de variables controladas, minimizar los riesgos a cada momento, de manera que vayas siempre sobrado de recursos, porque es muy probable que el día de la carrera algún factor controlado falle y tendrás que tirar de todas tus habilidades para que con esos pequeños "de sobra" te valga para finalizar lo que en principio iba a ser sencillo.

Yo pensaba llegar a las 17:25 de la tarde la Roth. después de todo esto llegue a las 19:00. 95 minutos son muchos, dan para muchas cosas, entre ellas podría haber jugado un partido de fútbol entero y haber descansado cinco minutos. Pero no, no me dio tiempo para eso, al final los pase corriendo, una experiencia común para mí.

Si algo ha cambiado en mi durante estos años en los que me he acercado al triatlón es que entrenar no es parte de un "que-hacer" sino más bien un momento en el que pensar mientras corro, mientras pedaleo, mientras nado.

Al final en Roth fueron once horas y media en las que pensar, en las que emocionarme, rendirme y expresarme. 11h30m para mucha gente es un buen tiempo, recuerdo estar pasando gente toda la carrera, el día que me apunte a esta carrera mis expectativas eran hacerla en 12 horas. A día de hoy tengo sentimientos contrastados.

No quiero extenderme mucho más, pero os voy a dar mi conclusión más positiva de todo esto. He sido capaz de enfrentarme a mis miedos, he sido capaz de conseguir un reto que me ha llevado mucho tiempo y mucho sacrificio en un contexto que los más cercanos sabéis que no ha sido fácil. A su vez, he sido capaz de vencer la parte más fundamental de este deporte, el coco, he encontrado nuevos límites en mi mismo, he luchado contra mi y contra los medios y sinceramente he sido muy agraciado por como se ha desarrollado todo ya que he vencido en casi todo.

Ahora, me vais a permitir le ponga un pero. Quizás en esta reflexión sobre la carrera cabe hablar de las expectativas. Todos vivimos bajo la auto-imposición y en esencia para mi es bueno, yo hago las cosas porque una vocecita en mi mente me lo cuenta y es por eso que un día me enfunde el neopreno y me tire al agua, es por eso que ahora mi vocecita dice: "no has hecho mí carrera" desde luego que estoy satisfecho con lo conseguido, pero se que ese tiempo esta lejos de lo que tengo en las piernas.

Voy a volver a atacar esa distancia antes o después y estoy seguro que volveré a encontrar la frontera de mis límites.

He aprendido muchas cosas en este ciclo que lleva preparar un Ironman y si de algo estoy orgulloso es de todo el trabajo realizado para esta meta. Todos los kilómetros que soportan cada metro de he recorrido han sido gracias a mi esfuerzo y al de mi núcleo. Janire, mi familia, Imanol, los Hirukis, los Evo de Windsor,  la grupeta del pueblo y sobre todo al Taekwondo.




Hace un par de años creaba este blog y lo subtitulaba "El camino que va a llevar a un taekwondista a ser Ironman". IRONMAN-DO. Un título que resume lo que para mi ha sido este trayecto, he encontrado en el triatlón una nueva vía para expresarme como artista marcial.







Os dejo los datos de mi temporada, seguro que la recordaré siempre.

Gracias a todos,

Sergio.
@sergigoni


TOTAL:
41 Semanas
383 sesiones de entrenamiento
571 horas 59 minutos 40 segundos
358.194 Kcal
10.319 Kilómetros

Bike Indoor
76 Sesiones
127 horas 51 minutos 53 segundos
70.670 Kcal
3.118,8 Kilómetros

Ciclismo Carretera
63 Sesiones
202 horas 22 minutos 05 segundos
129.735 Kcal
5.418,9 Kilómetros

Carrera a pie.
145 Sesiones
150 horas 11 minutos 07 segundos
102.309 Kcal
1.594,7 Kilómetros

Natación
78 Sesiones
71 horas 19 minutos 03 segundos
51.268 Kcal
187,1 Kilómetros (78.400 piscinas)

Extras

13 sesiones de Yoga + 38 Sesiones contabilizadas de Gimnasio + Fisioterapia + Stretching  + 4 puntos de sutura en la cara y un largo.......etc........







2 comentarios:

  1. Gracias por tu crónica , a los que emprendemos el camino hacia Roth nos sirve de mucho leer las experiencias de los que ya lo habéis hecho, contadas con tanta generosidad. Enhorabuena por ese Finisher (aunque sean 3 años después) y mil gracias por compartirlo.
    Saludos

    David

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    1. Hola David, gracias a tí por leerlo. Hacía mucho tiempo que no recordaba como me sentí ese día.

      Hoy tres años después cabría rehacer parte del contenido y nada del mensaje. Quizás hoy soy un atleta más consolidado y que tomo cada sesión como un regalo. A veces busco la mejora otras veces solo la recompensa que me da el saber cumplir conmigo mismo, con mis objetivos.

      Creo que si de algo estoy satisfecho es que aquel día no me rendí. Supe gestionar y medir mis posibilidades. Creo que mi estado físico era casi perfecto, solo tuve que abstraerme de las emociones negativas de verme fracasar en el idilico sub10.

      Hoy por hoy sigo pensando en aquel día como uno de mis mayores ejemplos como artista marcial. Autocontrol y Disciplina en el trabajo y sufrimiento, tanto en lo emocional como en lo físico.

      Un saludo.

      Sergio.

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